jueves, 9 de mayo de 2013

...14]]


Las penas se me van aplacando a oleadas, como los cigarros apretándose en los ceniceros repletos de agua en todas las terrazas en las que compartimos besos, vicios por partida triple. Empiezo a habituarme a ser la niña de tus ojos, la que se refleja en tus gafas de sol y en lunas azules, a ser tu mano izquierda en las calles, a llenarte los márgenes de anotaciones. Ocupamos poco espacio, me pides que te quiera como si hiciera falta. Me alegras la noche y me dan ganas de exigirte que me alegres la vida. Tenemos una joya de valor incalculable, lo nuestro. El romanticismo deja de ser una cruz para ser mi cara más bonita.



"-Tú tienes que tener una parte de mí.
Para poder explicarlo todo.
Seguro que me has quitado algo de mí
y te lo has quedado.
Quiero
verte."

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