Supongo que la cercanía de un 1 seguido de un 2 en las páginas del calendario hacen que se me ponga la piel de gallina, y mucho más cuando es uno de los primeros días de Primavera...
Y es que, a veces, pasa. Hay días en los que, sin saber por qué, sin tener un motivo aparente, necesito tenerte cerca. No es necesario dar marcha atrás en el tiempo. Simplemente, necesito que estés aquí, tal y como has estado este tiempo. Contarte mil y una cosas, hablarte de todo lo que me ha pasado, de todo lo que te has perdido. Decirte que soy feliz, que estoy cumpliendo aquel sueño por el que tú me dijiste que luchara y que las ganas de gritarlo a los cuatro vientos sólo para que me escuches no desaparecen un instante.
Que te quiero, que eres importante. Tanto como fuiste y tanto como serás siempre, a pesar de que la distancia haya hecho mella en nosotros dos.
Que espero que no exista un solo instante en el que no aparezca una sonrisa en tu cara, y que aún mantengo la esperanza de poder quererte cada día más... Aunque lo veo como algo imposible ;)
